Santa eucaristía
La Eucaristía o Comunión es tanto un sacrificio como una comida. Creemos en la presencia real de Jesús, quien murió por nuestros pecados. La Sagrada Comunión es el acto de recibir la presencia real del cuerpo y la sangre de Jesucristo, transubstanciados del pan y el vino durante la Misa. Al recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo, también nos alimentamos espiritualmente y nos acercamos más a Dios.
Sacramento de la eucaristía
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Preguntas frecuentes - Sagrada Eucaristía
Recibir el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Cristo bajo la apariencia de pan y vino.?
No. Solo los católicos con la disposición adecuada pueden recibir la Sagrada Comunión. La palabra Comunión también se puede ver como "comunión", o en otras palabras, "unión con". Recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo significa una proclamación de esta creencia, así como una expresión de unidad y creencia en la Iglesia Católica y todo lo que ella enseña. Si no es católico pero se siente atraído por la Iglesia Católica y la Eucaristía, lo invitamos a visitar nuestra página Convertirse en católico.
Los católicos reciben el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo cada vez que reciben la Sagrada Comunión. Creemos que Jesús está verdaderamente presente en las especies consagradas del pan y del vino. Entonces, la comunión debe recibirse con la mayor reverencia y adoración a nuestro Señor.
Si es posible, la Iglesia recomienda ayunar durante al menos una hora antes de recibir la Eucaristía. La Iglesia también recomienda participar en el Sacramento de la Reconciliación con la mayor frecuencia posible, pero al menos una vez al año, para preparar nuestras almas para recibir a Jesús.
Si hay algún pecado mortal que se interponga en su relación con Jesús, la Confesión elimina el pecado mortal para preparar su corazón antes de recibir a Jesús en la Eucaristía.
Los católicos están obligados a asistir a la Santa Misa todos los domingos y días de precepto. Los días santos de precepto son: 25 de diciembre (Navidad), 1 de enero (Solemnidad de María, Madre de Dios), 40 días después del Domingo de Pascua (Ascensión de Jesús), 15 de agosto (Asunción de la Santísima Virgen María), 1 de noviembre (Día de Todos los Santos) y 8 de diciembre (Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María). Esta obligación debe verse a la luz del amor y la devoción a Jesús, respondiendo a su invitación por obediencia, no por mero deber.
Si uno falta a Misa debido a una enfermedad grave o un evento imprevisto, se le anima a leer las lecturas de la Misa de esa semana y reflexionar sobre las palabras de Dios reveladas en la Biblia.