Jackie y Bobby dan sus razones para no usar anticonceptivos en su matrimonio. Mientras comparten la hermosa enseñanza de la Iglesia sobre el sexo y el matrimonio, explican por qué el sexo es más que recreativo. El propósito biológico y teológico del sexo es tener hijos. Siempre que un marido y una mujer se entregan el uno al otro de forma libre, total, fiel y fructífera, están diciendo "Sí, quiero" tal como lo hicieron el día de su boda.

"Estos dos significados o valores del matrimonio (el unitivo y el procreador) no pueden separarse sin alterar la vida espiritual de la pareja y comprometer los bienes del matrimonio y el futuro de la familia. El amor conyugal del hombre y la mujer está, pues, bajo la doble obligación de la fidelidad y la fecundidad» (CIC 2363).



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