Como católicos, creemos en el perdón de nuestros pecados a través de las gracias del Sacramento de la Reconciliación. Pero a menudo, aunque somos absueltos, podemos luchar para perdonarnos a nosotros mismos por nuestras fallas y fallas pasadas. Hoy, el p. Mike comparte la razón principal por la que luchamos por dejar atrás el pasado y rendirnos a Dios, que es nuestro Padre amoroso.